Los alumnos de quinto de primaria
hemos realizado varias salidas para reforzar los aprendizajes llevados a cabo
durante el desarrollo del proyecto: “Planeta Tierra, hogar, dulce hogar” que
tiene como tema central los diferentes ecosistemas que existen en nuestro
planeta. Aprovechamos nuestro blog para contaros las cosas que vimos durante
estas actividades.
Jardín Botánico
Fundado por Carlos III en 1781,
en el podemos ver más de 5000 especies de plantas.
En nuestra visita pudimos ver
diferentes tipos de árboles como:
La encina que no tiene ni hoja
perenne ni caduca, sino que es marcescente, es decir que en invierno se pone
marrón y se cae al comenzar la primavera.
Un olmo, al que llamaban
Pantalones con más de 200 años, aun así, no era el más viejo ya que había un
ciprés de 240 años y que existía antes de la construcción del Botánico.
Un ginkgo biloba, especie vegetal
más antigua del planeta y que llegó a convivir con los dinosaurios.
Un tejo, árbol muy venenoso, pero
que a su vez tiene usos medicinales.
Un acebo, planta típica de las
Navidades, que está en peligro de extinción.
En cuanto a los árboles más
altos, vimos un olmo del Cáucaso con 42 metros de altura seguido de un cedro con
35 metros.
Vimos un ahuehuete y nos
enseñaron una foto de un ejemplar de esta especie, que está en Méjico, y es el
más ancho del planeta con 50 metros de diámetro.
También pudimos ver y oler,
diferentes plantas aromáticas como: la hierbabuena, la lavanda, la menta…
Estuvimos en la zona del huerto,
donde jugamos a encontrar diferentes frutas y hortalizas.
Por último, fuimos a los
invernaderos, que están divididos en 3 climas: desértico, donde vimos
diferentes tipos de cactus; el subtropical, donde vimos palmeras y el tropical,
donde pudimos ver diferentes tipos de plantas carnívoras.
Plantamos un girasol
Después de visitar el Jardín
Botánico y para seguir experimentando con las plantas, aprovechando el
magnífico huerto que tenemos en el colegio, nos fuimos a plantar un girasol.
Lo primero que hicimos es un
cartel con nuestro nombre, que pegamos en la maceta para poder distinguir una
de otra.
Luego llenamos la maceta con
tierra hasta llegar a sus tres cuartas partes, después pusimos tres semillas de
girasol y volvimos a tapar con tierra hasta el borde de la maceta.
Cuando ya teníamos preparadas
nuestras macetas, las metimos en una caja y las regamos.
Ahora ya solo quedaba cuidarlas,
sol y agua.